En noviembre de 1960, en un campo cercano a la localidad bonaerense de Rauch, se reportó la caída de un objeto luminoso acompañado de un fuerte estruendo, temblores en el suelo y luces inusuales en el cielo. El episodio no tardó en ser denunciado por Don Gilberto D’Cristófaro.
Don Gilberto D’Cristófaro y su señora habitaban una vivienda precaria, de adobe, a unos 15 kilómetros al noreste de Rauch, provincia de Bs. As. Siendo las 03:00 Hs. del jueves 17, Gilberto sale al fondo a recoger la ropa tendida, porque estaba comenzando a llover. En ese momento, en medio de los relámpagos, un resplandor muy intenso dejó “todo como de día” y segundos después escuchó “una gran explosión, como si hubiese caído un avión a pocos metros”. El susto de ambos llegó a su punto máximo cuando la casa empezó a temblar, cayendo tierra y basura del techo de zinc. Todo duró unos 10/12 segundos y luego se desató una lluvia torrencial.

Al amanecer, Gilberto tomó su caballo y comenzó a buscar una explicación a lo ocurrido. En la recorrida, se cruza con el dueño del campo vecino y éste le pregunta “si había escuchado el terremoto de anoche…”. Ya de regreso, D’Cristófaro localizó algo insólito a 1000 metros de su vivienda y próximo a una pequeña laguna: Un pozo de 2 metros de diámetro, del cual salían 8 surcos a manera de rayos, de 6 metros de longitud y 0,40 centímetros de ancho por 0,30 centímetros de profundidad. Hasta unos 50 metros a la redonda, se esparcían pedregullo, tierra y gramilla tomando como epicentro el pozo, cuya profundidad de unos 0,50 centímetros presentaba la tierra “totalmente calcinada, como polvo de ladrillo”, a pesar de la lluvia de horas atrás.
Ante esta situación anómala, Gilberto radica la denuncia en la Comisaría de la ciudad y envían una custodia al sitio, que permaneció tres días. A todo esto, el campo era visitado por decenas de curiosos que se iban enterando de la noticia, de boca en boca o por el artículo en el diario local “El Orden”. Versiones hubo de todo tipo, pero el caso con el tiempo fue pasando al olvido y en 1973 un grupo de vecinos intentó cavar en la zona del supuesto impacto (suponiendo algo enterrado) pero las lluvias complicaron la tarea y finalmente desistieron.

“Pero ese mismo año, una noche de mayo, ocurriría un evento en otro país que nos hizo tambalear nuestros cimientos”
En Pueblo Achar, departamento de Tacuarembó, Uruguay, encontramos al hermano de Rauch, un episodio que ya todos o casi todos conocen como “Operación Rescate en Tacuarembó” y que resultó UN CALCO (pocas veces visto en la Ovnilogía) del accedido en 1960 en Argentina. Una investigación uruguaya que nos llevó 11 años en concluir, entre viajes, cartas, llamadas telefónicas y análisis en Facultades.
Para más datos de este incidente buscar en nuestro blog https://luisburgosovni.blogspot.com/ y nuestro canal de youtube luisburgosovnissigloxxi Lamentablemente no hubo intervención oficial ni profesionales que tomaran cartas en el asunto en el caso de Rauch, a todas luces excepcional.
De todos modos es sumamente valorable la actitud de don Gilberto de hacer la denuncia para dejar asentada la anomalía encontrada (cosa que pocos testigos hacen). Solamente la sagacidad del investigador de Mar de Ajó (Bs. As.), sr. Rubén Mansilla, integrante del desaparecido grupo CIFO de esa localidad, pudo sacar a la luz el hecho. En los años 90, Andrea Barros por entonces miembro FAO, rastreó in situ a D’Cristófaro ayudada por la policía local, pero el testigo se encontraba en un instituto geriátrico y no pudo obtener su palabra. Más de 60 años pasaron ya de este notable suceso del Fenómeno Aterrizaje en nuestro país y que jamás volvió a repetirse…
Mi nombre es Astrid, aunque muchos me conocen como Sofi, tengo el honor de formar parte del equipo de coordinación de FAO(Fundación Argentina de Ovnilogia) Buenos Aires. Junto a mi colega y amigo, el investigador Carlos Gómez, retomamos este caso histórico con el objetivo de arrojar luz sobre los hechos. A través de un riguroso proceso de recolección de datos, testimonios y documentos de archivo, buscamos reconstruir lo sucedido aquel día.

La FAO, fundada en 1984 por Luis Burgos (nacido en Ensenada en 1956 y residente actual de La Plata), consolidándose como una de las entidades más importantes en el estudio del fenómeno OVNI en Argentina. Gracias a su vasta experiencia y metodologías de investigación, pudimos analizar este caso bajo los parámetros de “evento de alta extrañeza”, dada la combinación de evidencias físicas, múltiples testigos y el contexto histórico del incidente.
La colaboración de Carlos y el apoyo constante del equipo FAO ha permitido que este trabajo avance con solidez, sin dejar de lado ningún detalle que pudiera ser clave. Asimismo, hacemos un llamado a los vecinos de Rauch y zonas cercanas: si conocen algo sobre este hecho, si escucharon relatos familiares, o si poseen registros guardados, los invitamos a contactarse con nosotros a través de: [email protected] [email protected]
“Ciertos misterios sobreviven al paso del tiempo no solo porque no se encuentran respuestas, sino porque aún queda mucho por investigar. Y en Rauch, tal vez, aún habita una verdad esperando ser revelada”
Astrid Sofia Britos/ Investigadora y Coordinadora FAO BA