A los 92 años falleció “Cacho” Noboa: un comerciante de raza

A los 92 años falleció este viernes Roque Arnaldo Noboa. “Cacho”, fue un vecino entrañable y comerciante de raza. Se hizo desde abajo y marcó una época en el rubro, desde la esquina de Coronel Suárez y Letamendi, donde desembarcó en épocas que funcionaba el Mercado Municipal de Rauch.

Fue el último en irse. Esa esquina quedó marcada a fuego por su nombre. Su figura. Su imagen. Fue un sobreviviente al boom de los 70 del Mercado Municipal de Rauch.

Desde su lugar construyó historias, tejió lazos y vínculos y se forjó dentro de la comunidad.

“Cacho” fue un hombre hecho de abajo. Se caracterizó por sus historias, por ser un emprendedor empedernido y un adelantado para aquellos tiempos. Con una vida marcada por la sabiduría práctica, el esfuerzo y el amor por las cosas simples, supo ganarse el respeto y el cariño.

Meticuloso y observador, se las rebuscó desde chico y enseñó, con su ejemplo, el valor de la palabra y del respeto por los demás.

Tras su retiro comercial, Cacho se cobijó en una pequeña oficina de calle Letamendi lindante a su viejo comercio. Allí permaneció durante años. La radio, el diario y “la picadita”, fueron entre otros sus sagradas compañías.    

Mari, una de sus hijas lo recordó en sus redes: valoró “su ternura, su gusto por el tango, la siesta sagrada, la copita de vino con queso, su inseparable bicicleta, la boina en la cabeza y sus cuentos inventados”.

Cacho Noboa se casó con Marta Ascazuri: tuvo tres Pichi, Yayo y Mariela. Sus restos fueron velados en la sala de Garralda 260 este viernes fueron trasladados para su cremación.

El Mercado Municipal de Rauch abrió sus puertas al público el 1º de marzo de 1930. En predio contaba con 24 puestos de venta.

Cacho, el de la esquina del mercado, el que siempre estará en el corazón de su familia y de un pueblo que hoy lo despide con gratitud y afecto.