Con el calendario electoral avanzando y el cierre de listas previsto para el próximo sábado, los partidos políticos de Rauch intensifican las negociaciones y definiciones para las elecciones de medio término que se celebrarán en septiembre. Se renovarán seis bancas en el Concejo Deliberante y dos en el Consejo Escolar, y el mapa político local se empieza a reordenar.
El radicalismo fue el primero en mover fichas con claridad. Esta semana confirmó que el doctor Daniel Argüello encabezará la lista de concejales, acompañado por la docente María Laborde en el segundo lugar. La decisión responde a una estrategia del intendente Maximiliano Suescun, que apuesta a figuras de fuerte inserción en el electorado, y con Argüello como su carta más potente para consolidar el proyecto oficialista.
El PRO, socio frecuente del radicalismo, todavía no definió si integrará esa lista. El malestar surgió tras ser relegado al cuarto lugar, cuando el espacio amarillo pretendía el tercero. La definición será clave para saber si el frente oficialista logra o no, una lista unificada.


Por el lado de La Libertad Avanza, trabajan en una nómina propia, libertaria, con el acompañamiento del sector que lidera Roberto Papponetti. El armado avanza con discreción, pero con la intención de instalar una alternativa que represente al espacio en el Concejo.
El Justicialismo, en tanto, transita días de tensión e incertidumbre. Esta semana, la Mesa Política integrada por los seis concejales, el consejero escolar Gerardo Landaburu y la vice del PJ, Patricia Gigena, tomó la posta en el armado. A pesar de intentos de consenso, las diferencias internas persisten. Se le ofreció el primer lugar al doctor Hernani Barili, exdirector del Hospital y excandidato precandidato a intendente en 2015, pero declinó al ofrecimiento.


Gigena en tanto “es la principal candidata” en carrera, reveló una dirigente, si bien es cierto que evitó el primer puesto y pidió ir segunda. Sin definiciones firmes, el PJ navega más preguntas que certezas a pocos días del cierre.
María Lamarche es la figura más preponderante en el PJ. Si bien su mandato vence en diciembre, la idea es alejarse hasta 2027.
Mientras se definen nombres, los partidos saben que lo que está en juego es más que una elección: es la proyección hacia 2027 y la construcción del próximo liderazgo local. En una ciudad donde la política siempre late fuerte, cada decisión vale más de lo que parece.

