Como parte del ejercicio de mantener la memoria viva, el brigadier mayor retirado Ernesto Osvaldo París escribió un libro sobre su participación en el denominado Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea en la guerra.
“Bajo Fuego en Malvinas: Grupo de Operaciones Especiales”, fue el libro que escribió el rauchense veterano de guerra y que presentó el 8 de abril de 2022 junto a su coautor el comodoro (R) “VGM” Salvador de San Francisco Ozán en el Circulo de Oficiales de la Fuerza Aérea Argentina.
El rauchense que en 1982 tenía 26 años y el grado de teniente cuando, el 29 de marzo, el jefe del GOE le comunicó a él y a otros 28 efectivos que participarían de una misión secreta en el sur. Un dato: hasta ese día, ellos pensaban que se trataba de un ejercicio y no sabían que era una operación real.
Llegaron el 2 de abril, en el primer vuelo argentino que aterrizó en las islas Malvinas. “Cuando el Hércules comenzó a llegar y a estar muy cerca de las islas Malvinas, el comandante de la aeronave se encontró con una dificultad: la pista estaba obstaculizada por una serie de maquinarias y viales”, recuerda París y comenta que, cuando la aeronave tocó tierra, bajó la rampa de lanzamiento y los 29 comandos del GOE eran los primeros con la misión de descender.
En Malvinas, el GOE realizó múltiples tareas. Teniendo en cuenta su preparación, por ejemplo, en una oportunidad se desplazaron a la isla Soledad para hacer exploración y reconocimiento con el objetivo de conocer los movimientos británicos tras el desembarco. En esa batalla, también cayó uno de los miembros del GOE: el capitán post mortem Luis Castagnari. El 29 de mayo, una aeronave se preparaba para aterrizar y el GOE iba a apoyar esta acción. Pero el fuego de una fragata inglesa no lo permitió.
“Todos los que participamos en Malvinas entregamos todo, sin pedir nada a cambio, y, si era necesario, dimos la vida, como nuestros 649 héroes. Cincuenta y cinco héroes de la Fuerza Aérea Argentina, donde está incluido un hombre que perdimos nosotros, como fue el primer teniente (Luis) Castagnari”, dice el entonces teniente.
París concluye: “La guerra es horrenda, se ven las miserias humanas, pero también se ve lo que el ser humano saca de su interior para poder ayudar y cumplir con los objetivos que se tienen que cumplir cuando, en este caso, había que realizar todas estas cosas y recuperar nuestras islas Malvinas”. Tras la rendición, París permaneció como prisionero. En total, estuvo 104 días en las islas y regresó al continente el 14 de julio de 1982.