Con palabras cargadas de emoción y gratitud, los integrantes de la Comunidad de Jóvenes San Vicente de Olavarría agradecieron a la ciudad de Rauch luego de vivir una nueva experiencia de fe, encuentro y servicio en distintos puntos de la ciudad.
“Un año más, Rauch nos recibe con el corazón abierto”, expresaron los jóvenes, quienes destacaron el cálido recibimiento que encontraron en cada hogar, en las instituciones y en la comunidad parroquial local.
Durante su estadía, los misioneros recorrieron barrios y compartieron momentos significativos con vecinos y vecinas, llevando su mensaje de fe, esperanza y alegría. “Lo vemos en la sonrisa de los niños al vernos llegar, en el abrazo cálido de los abuelos, en la ternura de los más pequeños y en la humildad de quienes reciben con amor lo poco o mucho que tenemos para dar”, relataron.


Desde el grupo, agradecieron especialmente a la Parroquia San Pedro Apóstol, a la Comunidad de Jóvenes de Psarades, y a la Escuela Técnica por brindarles alojamiento. También destacaron el recibimiento de instituciones como el Hospital Geriátrico Pironio, el Centro de Día para la Tercera Edad, el Hogar de Niños, el Hogar Municipal para Personas con Discapacidad y el Geriátrico del Hospital Municipal.
Asimismo, hicieron extensivo su agradecimiento a los vecinos del Barrio MIT, Villa Burgos, autoridades del Gobierno Municipal y a todas las personas que colaboraron con esta misión. “Rauch es hogar. Se siente en sus calles, en su gente, en la calidez de su comunidad parroquial. Nos llevamos anécdotas que nos marcan, momentos que nos transforman y una renovada fuerza en la fe que nos da sentido a nuestras vidas”, expresaron, cerrando con un profundo “Gracias, Rauch, por tanto. Hasta siempre”.

