La Sociedad Rural de Rauch elevó al Concejo Deliberante un proyecto que propone modificar de forma progresiva la actual tasa por control de marcas y señales —más conocida como “tasa de guías”—, un tributo que el sector agropecuario viene cuestionando desde hace años por su falta de justificación actual.
El presidente de la entidad, Alejandro Gutiérrez Vedia, explicó en declaraciones a Radio Eich que “Rauch está ocupando el cuarto lugar con las tasas más onerosas de la provincia y a raíz de eso promovimos este proyecto para que gradualmente se elimine, ya que no tiene una contraprestación efectiva”.
El reclamo se sustenta en un relevamiento elaborado por CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), que ubicó al distrito entre los municipios con mayores cargas impositivas en este concepto. En línea con medidas ya adoptadas en otros partidos —como la reducción del 50% en Ameghino o la derogación total en 25 de Mayo—, desde la Sociedad Rural local plantean un camino de transición hacia su eliminación definitiva en el plazo de cuatro años.
Gutiérrez explicó que esta tasa tiene un origen histórico ligado al deterioro que provocaba el arreo de animales en los caminos rurales. Sin embargo, con la creación de la tasa vial específica para el mantenimiento de la red vial, la de guías perdió su sentido original. “Más acá en el tiempo surge la tasa vial, y sin embargo esta tasa de guías se siguió cobrando. Hay una doble tributación que hacen los productores en ese sentido”, advirtió el dirigente.
Según sostuvo, el dinero recaudado no se destina a ningún servicio puntual y va a rentas generales. “Para nosotros hoy se está cobrando un impuesto. Está mal llamada tasa de guías. Es un impuesto al traslado de cualquier animal de un lugar a otro, aun cuando sea entre campos de un mismo propietario”, afirmó.
La propuesta presentada ante el Concejo plantea que, a partir del ejercicio fiscal 2026, no se aplique ninguna actualización ni ajuste sobre la tasa vigente. Luego, comenzaría una reducción progresiva del 25% anual, con la meta de eliminarla por completo en 2030.
Además, Gutiérrez Vedia cuestionó el hecho de que la tasa se calcule sobre el valor del animal, algo que no ocurre en ningún otro sector de la economía. “No hay ningún otro rubro que pague guías o tributos para transportar su producción. Hoy el productor está pagando una especie de peaje o aduana para mover cada uno de sus animales, ya sea para venderlos o simplemente para trasladarlos a otro campo”, sostuvo. Y remató: “Es una situación que no resiste el menor análisis”.
