La odisea de los vecinos de calle Balcarce: ¿qué tiene que pasar para que la Justicia actúe?

En las últimas semanas, la calle Balcarce se ha convertido en el epicentro de una serie de preocupantes incidentes que han dejado a los vecinos en un estado de constante alarma. A pesar de las denuncias presentadas, la respuesta de la Justicia ha sido, hasta ahora, insatisfactoria y lenta. Esto nos conduce a una serie de interrogantes: ¿Cuáles son los tiempos de la justicia y qué debe suceder para que la Justicia actúe con la celeridad que la situación amerita?

El caso más resonante fue el del doctor Arturo Romero, quien fue agredido por un menor de 16 años con una varilla, que como resultado le provocó una herida que requirió de siete puntos de sutura. Este incidente, capturado en video y viralizado en redes sociales, puso en evidencia la gravedad de la situación. Sin embargo, no es un hecho aislado.

Recientemente, una vecina de la misma cuadra denunció daños a su vehículo, estacionado en la vía pública, por parte de desconocidos. Ambos afectados, ante la falta de respuestas, optaron por mudarse de las casas que alquilaban, buscando la tranquilidad que su barrio ya no les ofrece.

La pregunta entre los vecinos es clara: ¿qué tiene que pasar para que la justicia actúe? La brecha entre los tiempos judiciales y las urgencias de la comunidad es evidente y preocupante. Los vecinos de la calle Balcarce al 600 no solo buscan justicia, sino también una intervención efectiva que les devuelva la paz perdida.

Está claro que es prioritario que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto con prontitud y eficacia. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos no pueden quedar relegados a un segundo plano. La justicia debe ser un pilar de confianza y protección, no una entidad distante e inalcanzable.