Rauch conmemora el 50º aniversario de un hito cultural que marcó un antes y un después en la historia de la ciudad: la realización de la primera edición de la Fiesta Nacional del Ave de Raza, que tuvo lugar entre el 12 y el 20 de julio de 1975. Medio siglo después, aquel evento pionero sigue siendo recordado por su espíritu comunitario, su colorido despliegue y por haber rendido homenaje a una actividad profundamente arraigada en la identidad rauchense: la avicultura.


La idea de organizar la fiesta surgió de un grupo de vecinos que, motivados por el deseo de reconocer el esfuerzo de generaciones de avicultores y posicionar a Rauch como un atractivo turístico, lograron dar forma a lo que hoy es una celebración nacional de renombre.
En esa histórica primera edición, Pedro H. Petreigne fue el primer presidente y Miryam Barth fue coronada como la primera Reina Nacional del Ave de Raza, representando al Tiro Federal Argentino “Cnel. Federico Rauch”, en una elección que se realizó en un palco sobre la calle Cnel. Suárez. Entre 42 postulantes, también fueron distinguidas Elizabeth Martínez (Club de Pesca y Turismo) y Miriam Teruel (Club Alas de Rauch) como primera y segunda princesa, respectivamente.


En el plano productivo, el mayor reconocimiento fue para Néstor Delgado, quien se destacó como el avicultor más premiado durante la 33ª Exposición Avícola y 4ª Internacional. Junto a él, otros criadores locales como Esteban Tedesco, José Ferro y Florencio Di Biase también fueron galardonados, demostrando la excelencia de la avicultura rauchense.
Los festejos incluyeron una nutrida agenda de actividades: destrezas criollas en el Parque Juan Silva, una carrera de “Fomento Automovilístico”, y espectáculos musicales con artistas de renombre como Los 4 de Córdoba, Los Altamirano, Entre Ríos 5, y el Ballet Brandsen. El jingle oficial, interpretado en vivo durante los eventos, fue obra de Miriam Teruel con música de Daniel Palmieri, ganadores de un certamen convocado por el Municipio.
Uno de los momentos más memorables fue el desfile central por la Avenida San Martín, que contó con la participación de instituciones locales, delegaciones visitantes, agrupaciones tradicionalistas y la carroza oficial de la reina. Esta, diseñada por el grupo de teatro “Candilejas”, llevaba un gran pollo rodeado de huevos giratorios, dentro de los cuales iban niños, en una representación simbólica y festiva de la identidad avícola de Rauch.


Las parrillas populares, instaladas en distintos puntos de la ciudad, se convirtieron en centros de encuentro para vecinos y visitantes. La primera se ubicó en la actual Plaza Basolo, la segunda en el Galpón del Ferrocarril y la tercera en el Salón Guaita.
También fue en ese año inaugural que se presentó el logotipo oficial de la fiesta, diseñado por Faustino Jorge Bonadeo, y aprobado por unanimidad por la comisión directiva en marzo de 1975.
A 50 años de aquella gesta colectiva, Rauch celebra no solo la continuidad de una fiesta que ha trascendido generaciones, sino también el espíritu emprendedor y comunitario que le dio origen. La Fiesta Nacional del Ave de Raza sigue siendo un emblema local, donde tradición, producción y cultura se entrelazan en una celebración que honra las raíces y proyecta el orgullo de un pueblo.