Receta de pan dulce “de la abuela”: secretos para que salga esponjoso y delicioso

Las fiestas de fin de año están a la vuelta de la esquina y la emoción por compartir y realizar recetas típicas brota casi de manera instintiva. Así, en cada hogar, las cocinas comienzan a llenarse de aromas festivos, probando versiones caseras de clásicos infaltables como el pan dulce.

Esta receta de pan dulce de la abuela tiene varios secretos que la convierten en una opción irresistible. Con ingredientes simples, poco tiempo y un toque especial en la preparación se logra una textura esponjosa y un sabor único que recuerda a la cocina “de la nona” o de las mejores panaderías.

LOS TRUCOS PARA QUE EL PAN DULCE QUEDE MÁS ESPONJOSO

Agregar un poco de vinagre o jugo de limón: Un toque de vinagre blanco o jugo de limón ayuda a activar la levadura, creando una textura más esponjosa. La acidez también contribuye a que la miga se forme de manera más aireada, sin que pierda humedad.

Incorporar las grasas a temperatura ambiente: Asegúrate de que la manteca, el aceite o la margarina y los huevos estén a temperatura ambiente antes de añadirlas a la masa. Esto facilita la distribución uniforme de las grasas, lo que permite que el pan se airee mejor durante el proceso de levado.

Hornear con un recipiente con agua en el fondo: Coloca un recipiente con agua en la base del horno mientras se hornea el pan dulce. El vapor que se crea ayudará a que la corteza quede suave, mientras que la humedad mantiene la masa esponjosa, evitando que se seque.

INGREDIENTES:

500 gramos de harina de trigo

100 gramos de azúcar

1 cucharadita de levadura seca

1 pizca de sal

2 huevos

100 ml de leche tibia

100 gramos de manteca derretida

1 cucharadita de esencia de vainilla

1 cucharadita de vinagre blanco

150 gramos de frutas secas (pasas, ciruelas, nueces, o lo que tengas a mano)

50 gramos de glaseado o azúcar glass

PREPARACIÓN:

-En un recipiente, coloca la leche tibia con una cucharadita de azúcar y la levadura seca. Deja reposar por 10 minutos, hasta que se forme una espuma.

-En otro bol grande, tamiza la harina con la pizca de sal y el azúcar. Hacé un hueco en el centro y agregá los huevos, la manteca derretida y la esencia de vainilla. Añadí la cucharadita de vinagre blanco a la mezcla. Este ingrediente ayuda a que la levadura trabaje mejor y hace que el pan quede más esponjoso.

-Verté la mezcla de levadura y leche en el hueco de la harina y comienza a integrar todo, mezclando con una cuchara de madera hasta obtener una masa pegajosa. Luego, volteá sobre una superficie enharinada y amasa durante unos 10 minutos, hasta que la masa esté suave y elástica.

-Coloca la masa en un bol limpio, cubrila con un paño y deja reposar en un lugar cálido por 1 hora o hasta que redoble su tamaño. Una vez que la masa haya levado, agrega las frutas secas y amasa suavemente para integrarlas. Forma una bola o coloca la masa en un molde para pan dulce enmantecado. Cubre nuevamente la masa y deja reposar por 30 minutos.

-Precalentá el horno a 180 °C. Hornea el pan dulce durante 30-40 minutos, o hasta que suene hueco al golpearlo por debajo. Si deseas un toque brillante, pincela con un poco de glaseado o azúcar glass cuando esté tibio.