El famoso “churro” es una fruta de sartén hecha de agua, harina, aceite y sal. Pueden tener formas de bastón, en lazos o rulos. En sus variantes modernas pueden tener relleno o estar rebozados de azúcar, chocolate, crema pastelera o dulce de leche.
El origen de los churros es desconocido. Una teoría dice que fueron exportados por los portugueses desde China hacia Europa.
Si pensabas que era imposible hacer churros en casa y sin churrera, te podemos asegurar que es posible y que el resultado no tiene nada que envidiar a los de compra y elaborados. Todo lo contrario.
Con esta increíble receta para acompañar con el mate y disfrutar con amigos, vas a poder decidir si preferís unos churros más grandes, tipo porras, o unos churritos más finos, ideales para mojar en un delicioso chocolate espeso. Aunque están tan buenos que hasta solos te van a encantar.
Ingredientes para hacer churros caseros sin churrera
- 500 mililitros de agua
- 1 cucharadita de sal
- 250 gramos de harina
- Litro de aceite de girasol
- 25 gramos de azúcar
Cómo hacer churros caseros sin churrera
- Poner el agua a calentar al fuego junto con la cucharadita de sal.
- Cuando llegue a ebullición, retirarla del fuego y añadir de golpe la harina. Mezclar bien con una cuchara de madera, deshaciendo los posibles grumos que queden para obtener una masa de churros lo más perfecta posible.
- Cuando la masa esté totalmente lisa y sin grumos, dejar que se enfríe un poquito. Luego, meter la masa en una manga pastelera con una boquilla estrellada. Es muy importante que no le queden burbujas en el interior, que la masa esté bien apretada, para que no quede aire y exploten al freír. Podés usar una boquilla fina, o una más gruesa, pero acordáte de que en la gruesa es más importante aún no dejar burbujas en el interior. Esta manga pastelera será nuestra churrera casera.
- Poner el litro de aceite de girasol en una olla o sartén amplia e ir calentando a temperatura alta. Cuando esté bien caliente, bajar el fuego e incorporar los churros caseros apretando la manga pastelera para que salga la masa bien, de forma continuada, sin burbujas y cortando el extremo con unas tijeras. Truco: Para que no se pegue la masa a las tijeras, mojarlas en el aceite caliente.
- También podés hacer diferentes formas, como la típica de lazo o una rosca entera, sobre todo si los hacés con una boquilla estrellada más grande. La idea es hacer primero los churros caseros encima de un papel de horno y luego trasladarlos al aceite caliente. No pongas muchos churros a la vez, es mejor hacer pocas tandas para evitar que se peguen entre ellos. Recordá que el aceite no debe hacer muchas burbujas, si lo hace, es que tienes el aceite demasiado caliente. Deja que se hagan poco a poco y no le des la vuelta hasta que un lado esté ya dorado.
- Dorar los churros y reservarlos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Aún en caliente, espolvorea el azúcar por encima.
- Y si querés un extra, sobre todo si te has decantado por hacer los churros caseros sin churrera finitos, puedes darle también una capa de chocolate o introducirles dulce de leche.
Es preferible comer los churros pocas horas después de su elaboración, ya que si esperamos mucho se pueden poner blandos.