“Sapo Pepe” se quedó con el primer premio en la 5ª edición del Concurso de Vidrieras 2025

El pasado miércoles se dieron a conocer los comercios ganadores de la 5ª edición del Concurso de Vidrieras 2025, una propuesta que año tras año organiza la Cámara Comercial de Rauch y que busca destacar la creatividad, la identidad comercial y el espíritu navideño en la ciudad. En esta edición participaron un total de 34 comercios, con un alto nivel de propuestas y una fuerte impronta artística.

El primer premio fue para la juguetería Sapo Pepe, de Agustina Valdez, que se alzó con el galardón mayor de $500.000. El segundo lugar, con un premio de $300.000, fue para Amonds Pastelería, de Antonela Guaita y Valeria Martínez, mientras que el tercer premio, de $200.000, quedó en manos de la regalaría Buenas Nuevas, de Natalia Díaz.

Además, el jurado otorgó menciones especiales a los comercios Imaginarte, de Micaela Lourtau; Tiempo Libre, de Lina Tapia; JE Deco Home, de Emilia Rodríguez; y Barrilete Cósmico, de Guillermo Di Biase, reconociendo la originalidad y el trabajo realizado en sus propuestas.

El jurado estuvo conformado por Jimena Dellagogna, Paula Gascue y Sofía Lazarte, quienes evaluaron cada vidriera teniendo en cuenta el concepto, la idea, los materiales utilizados y su relación con la Navidad y la identidad de cada local. También se valoró especialmente la capacidad de las vidrieras para comunicar una historia, una poética o una metáfora que invite a detenerse, observar y entrar al comercio, destacando la originalidad de cada creación.

Según expresaron las integrantes del jurado, en esta edición las vidrieras lograron, en líneas generales, remitir a la niñez, la infancia, los submundos, los recuerdos, la inocencia, la bondad y la magia de la Navidad, generando una experiencia emocional en quienes recorrieron el circuito comercial.

En el caso de Sapo Pepe, se destacó la creación de un “mini mundo navideño” que transportaba al espectador a un cuento o película de Navidad, con un adecuado manejo de escalas y una composición armónica. El uso de materiales como cartón y papeles de colores —propios de la librería— aportó coherencia con la identidad del local, además de un fuerte componente de sustentabilidad. También se valoró la narración vinculada al juego, la infancia y la niñez, la incorporación de mecanismos con movimiento en las maquetas y la continuidad de la propuesta decorativa tanto en el interior como en el exterior del comercio.

Amonds Pastelería, por su parte, fue reconocida por su propuesta que invitaba a un viaje en el tiempo y el espacio hacia un pueblito navideño de cuento. El jurado resaltó el uso de materiales propios de la pastelería, elaborados de manera artesanal, las guirnaldas con rodajas de frutas disecadas, la armonía de la paleta de colores y la inclusión de elementos como una balanza antigua. La propuesta despertaba los sentidos —olfato, vista y gusto— y se destacó su originalidad al tratarse de una obra efímera, ya que los elementos decorativos luego podían ser degustados.

En cuanto a Buenas Nuevas, se valoró el aprovechamiento total de la vidriera, la paleta de colores elegida en sintonía con la identidad y el logo del local, y el uso de estampas en diferentes escalas que lograban contrastes sin perder armonía. La composición de múltiples elementos navideños, muchos de ellos a la venta, invitaba a detenerse y observar cada detalle, generando el deseo de adquirirlos. También se destacó la intervención de la fachada con dibujos navideños, que aportaron a la propuesta integral.

/Con información de Prensa de la Cámara Comercial