El 19 de agosto es el Día Nacional del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una fecha para visibilizar esta enfermedad grave que afecta principalmente a niños menores de 5 años, aunque puede presentarse a cualquier edad. Se trata de una afección potencialmente severa, que constituye la principal causa de insuficiencia renal aguda en la infancia en Argentina, donde se registran cerca de 300 casos al año.
Se caracteriza por una destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica), descenso de plaquetas (trombocitopenia) y fallo en la función renal. Esta combinación puede generar complicaciones que afectan no solo a los riñones, sino también a otros órganos como el sistema nervioso central.
La mayoría de los casos registrados en el país son provocados por una cepa de la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga, que daña los vasos sanguíneos, en particular los del riñón, lo que desencadena el cuadro clínico. La infección se transmite a través del consumo de carne mal cocida, sobre todo picada, productos lácteos o jugos sin pasteurizar, frutas y verduras contaminadas, agua no segura o por una higiene deficiente de manos, utensilios y superficies.

Síntomas
Los síntomas suelen comenzar con una diarrea acuosa que puede volverse con sangre. A esto pueden sumarse vómitos, dolor abdominal, decaimiento, fiebre leve o ausente, palidez progresiva, disminución del volumen urinario y cambios en el estado de ánimo como irritabilidad o somnolencia.
En los casos más graves, pueden presentarse convulsiones o trastornos neurológicos. Frente a cualquiera de estos signos, es fundamental consultar rápidamente con un profesional de la salud.
Los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con inmunocompromiso constituyen los grupos de mayor riesgo. Por eso, la prevención es importante.
Cocinar completamente las carnes, evitar productos no pasteurizados, higienizar correctamente frutas, verduras, utensilios y superficies, y lavarse las manos frecuentemente, sobre todo luego de ir al baño, cambiar pañales o tener contacto con animales, son medidas fundamentales para reducir el riesgo de infección.
En Argentina, el SUH es una enfermedad de notificación obligatoria. La detección temprana y la atención adecuada permiten una recuperación en la mayoría de los casos, aunque pueden persistir secuelas. Informarse, actuar a tiempo y adoptar medidas de prevención cotidianas son herramientas fundamentales para cuidar la salud. (DIB)