Durante el acto de apertura de la Fiesta Nacional del Ave de Raza, el intendente Maximiliano Suescun reflexionó sobre el valor simbólico y cultural de esta celebración que desde hace 50 años reúne a los rauchenses.
“La fiesta nació hace 50 años cuando Rauch promediaba su primer centenario. Y llegué a la conclusión de que la fiesta no es solo un evento: es parte de nuestra identidad”, expresó en sus primeras palabras el Jefe comunal durante la inauguración oficial en el predio de la Sociedad Rural este viernes. Agregó que la fiesta “la hacemos entre todos, la disfrutamos entre todos y también la defendemos entre todos, como los valores que nos definen: la unión, la solidaridad, el orden, la tranquilidad”.
Suescun repasó también el origen del evento, recordando que la primera exposición avícola en Rauch tuvo lugar en 1937, organizada por la Sociedad Rural. “Hace casi 90 años que venimos caminando este camino. La Fiesta cumple 50, pero es el resultado de un trabajo colectivo, constante y silencioso de generaciones”, remarcó.

En otro orden, el mandatario destacó la evolución institucional de la fiesta, que con el regreso de la democracia tomó forma de asociación civil, permitiendo que trascendiera a los gobiernos y se convirtiera en una construcción de toda la comunidad.
“Tenemos que seguir sembrando para que quienes vengan sean el fruto de nuestra siembra”, dijo, en alusión al trabajo de los pioneros y a las nuevas generaciones que hoy representan a la ciudad. Recordó al primer presidente de la Fiesta, Héctor Otegui, y a la primera soberana Miriam Barth, y se detuvo en un reconocimiento especial al avicultor Néstor Delgado, fallecido hace un año. “El destino quiso que el mejor ejemplar de esta exposición represente hoy a su nieto y a su bisnieta. Esa es la siembra que da frutos”, dijo.
Finalmente, Suescun agradeció a todos quienes han contribuido a hacer de esta celebración un emblema de Rauch: “Esta fiesta muestra lo que somos, lo mejor de nosotros. Y eso es lo que queremos mostrar”.